26 de agosto de 2011

28 DE AGOSTO: DÍA DEL ABUELO



En México, el número de abuelos crece más que el número de nietos, y ante este panorama es necesario que la familia se replanté el papel del adulto que desde los cuarenta y tantos años de edad es llamado “¡abue!”
Por una parte, se pide a los adultos mayores que hagan un esfuerzo por mantenerse activos y actualizados en una época de intensa transición social, por otra parte, es necesario que los hijos asuman plenamente su rol de padres.


Para tener un buen comienzo, es importante que los abuelos tengan claro que no se trata de prolongar indefinidamente su papel de padres, primero de sus hijos y ahora de sus nietos, sino de brindar un apoyo específico, bien definido en el tiempo y con límites claros sobre el alcance de su autoridad.


Algunas de las causas de conflictos más comunes son las diferencias respecto a los métodos de educación infantil, que pueden evitarse, o suavizarse, si nuestras intervenciones como abuelos son: respetuosas del papel de los hijos como padres, amorosas, cordiales y esporádicas (nunca permanentes).

Como adultos mayores debemos saber que una de nuestras labores más importantes consiste en darle raíces y cohesión a la familia. ¿Has reflexionado sobre los valores que deseas transmitir a tus nietos? ¿Acostumbras contarles la historia de la familia? ¿Hablas de tus recuerdos y anécdotas? ¿Tus nietos conocen sus raíces?
Ni tus hijos ni tus nietos están ahí para llenar un vacío en tu vida. Debes hacer planes para ti que incluyan el tiempo y los cuidados que destinarás a la familia como una parte de tu vida, que en algunos momentos será la más relevante, pero no la única. Por otra parte, debes hacerle saber a tus hijos hasta donde estás dispuesto a colaborar con ellos.
Actitudes de los abuelos que suelen detonar las crisis (el veneno):
  • Actos de comisión (hacer algo que daña u ofende).
  • Actos de omisión (no hacer algo que hubiera ayudado).
  • Antipatía “natural” hacia la nuera o el yerno.
  • Trastornos de comunicación (malentendidos y cerrazón).
  • Prioridades diferentes (valores, roles y responsabilidades).
  • Favoritismo familiar (hacia algún hijo o nieto).
 Intervención familiar saludable (el antídoto):
  • La tolerancia y el respeto: la aceptación y la convivencia en la diferencia.
  • Comunicación: el intercambio de ideas y emociones entre dos o más personas para conocer la realidad ajena y transmitir la propia.
  • Negociación: la tolerancia y la comunicación orientada a la búsqueda de acuerdos.
Actividades con los nietos que fomentan los valores y la cohesión familiar:
  • Días de campo en la sala o en otro lugar de la casa. Incluir juguetes de peluche para invitarlos a la comida. Muy recomendable cuando hay mal clima.
  • Compartir tu pasión por alguna actividad: jardinería, idiomas, armado, cocina, etcétera.
  • Iluminar o dibujar juntos.
  • Escuchar música.
  • Tocar un instrumento.
  • Tomar clases de algo que sea interesante para ambos.



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