“Cuando un niño juega, no se trata solamente de una distracción, jugar es hacer trabajar la mente. El juego de un niño expresa la manera como está exteriorizando lo que sucede a su alrededor, en su familia, en la calle y cómo reacciona ante la educación que se le imparte”.
La psicoterapia de los niños fue intentada primero por Freud (1909) para tratar de aliviar la reacción fóbica de su paciente Hans. Freud le sugirió al padre del paciente algunas formas para tratar de resolver algunos de los principales problemas de su paciente. El juego no se usó directamente en la terapia infantil hasta 1919 por Hug-Hellmuth.
En 1928 Ana Freud empezó a usar el juego como una forma para atraer a los niños a la terapia. El fundamento de ésta técnica involucra el concepto de alianza terapéutica. El psicoanálisis tradicional sostenía que la mayor parte del trabajo de análisis se consumaba una vez que los aspectos saludables de la personalidad del paciente se unían a las fuerzas que el analista contraponía al YO enfermo del paciente. A medida que el niño desarrolla una relación satisfactoria, el énfasis del enfoque de la sesión se trasladaba lentamente del juego hacia las interacciones de tipo verbal. Ana Freud utiliza el juego como medio terapéutico.
Melanie Klein (1932) utiliza el juego como sustituto de la verbalización, ya que es la forma de comunicarse del niño.
En 1938, Solomon desarrolló una técnica llamada “Terapia de juego activa “para usarla con niños impulsivos (acting-out). Solomon veía que esto ayudaba al chico a expresar su IRA y TEMOR a través del juego (efecto abreactivo). A través de la interacción con el terapeuta, el niño aprende a redirigir la energía usada antes en “Acting-out”, hacia conductas más aceptadas socialmente orientadas en el juego.
Enfatiza el desarrollo del concepto del tiempo en el niño proporcionándole ayuda para separar la ansiedad de los traumas pasados y consecuencias futuras de la realidad de sus actos.
Hambridge recreó directamente el suceso productor de ansiedad en el juego para facilitar la abreacción en el niño. Esta técnica se utilizó en una fase intermedia en la relación terapéutica previamente establecida, una vez que el niño tenía suficientes recursos (internos) del yo para manejar tal procedimiento intrusivo y directo.
La terapia de juego tuvo un desarrollo importante a partir del trabajo de Carl Rogers (1951) y Virginia Axline (1964-1969). La terapia de juego proviene de la escuela humanística y en esencia está centrada en el niño.
“Erickson (1950) nos dice que el juego es una función del yo, un intento de sincronizar los procesos corporales y sociales con el sí mismo”. El juego tiene una función de comunicación. Es a través del juego que se ayuda a los niños a expresarse y posteriormente a resolver sus trastornos emocionales, conflictos, o traumas. Y además promover el crecimiento y el desarrollo Integral, tanto en lo cognitivo como en las interacciones con sus semejantes de manera apropiada.
La terapia de juego cuenta con una diversidad de enfoques teóricos todos útiles con investigación y practicas con niños, adolescentes y adultos. Cualquiera útil para el encuentro del paciente y su conflicto, llegando a la solida resolución del mismo, mediante la orientación de algún método desarrollado a su manera que pueda entender el conflicto central de lo que moleste a la psique humana.
El juego es una actividad no sólo útil sino tan necesaria como la alimentación o el abrigo. Mediante el juego, el niño obtiene oportunidades para socializar, experimentar triunfos, cometer errores, aliviar tensiones y practicar destrezas físicas que lo ayudarán en su desarrollo psicomotriz. Un niño que juega desde sus primeros meses, revelará un óptimo desarrollo. Se moverá, gateará y caminará; posteriormente pateará, lanzará y saltará, todo esto manipulando y explorando a la vez.
El juego revela la personalidad y los estilos de aprendizaje ya que es importante estimular al niño. Sin embargo mientras juegan debe recordar que el niño aprende mejor cuando se le da libertad para explorar, no se debe empujar a realizar tareas para las cuales no está preparado ni compararlo con otros niños. Es muy importante dejar que el niño siga su camino a su propio ritmo, de esta forma usted sabrá cuando está apto para emprender nuevos desafíos.
El juego revela la personalidad y los estilos de aprendizaje ya que es importante estimular al niño. Sin embargo mientras juegan debe recordar que el niño aprende mejor cuando se le da libertad para explorar, no se debe empujar a realizar tareas para las cuales no está preparado ni compararlo con otros niños. Es muy importante dejar que el niño siga su camino a su propio ritmo, de esta forma usted sabrá cuando está apto para emprender nuevos desafíos.
Para los niños, especialmente los más chiquitos jugar es un asunto serio, tan importante como para nosotros los padres el salir a trabajar. Así como entusiasta explorador que se levanta a primera hora, cámara en mano dispuesto a registrar hasta el último detalle de ese mundo nuevo que se le ofrece provocativamente, así son los niños pequeños.
Publicado por Psic. Lillian I. Rivera S.
esta información es muy útil
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