17 de abril de 2013

¿Vives a costa de la aprobación de tus padres?



¿Vives a costa de la aprobación de tus padres?


Cuando somos niños, normalmente buscamos la aprobación de nuestros padres. Pero hay personas que, aún habiendo llegado a una edad adulta, siguen viviendo a expensas de ello, lo cual puede llegar a convertirse en un verdadero martirio para quien vive esta situación y para quienes conviven con la persona en cuestión.

Y es que, un individuo con este tipo de dependencia emocional, coloca su felicidad en manos de quienes lo criaron, dándoles el poder de hacerlo infeliz, con sólo lanzar un gesto o una palabra de desaprobación. Una persona con este tipo de sujeción, sólo puede sentirse plena cuando siente que los padres, están orgullosos de ella, y si no es así, sienten que no valen la pena.

Conozco el caso de un hombre que vivía para su mamá, a tal grado que ella era quien decidía, con qué mujer podía estar su hijo. Así, viviendo a costa de su aprobación, permaneció soltero hasta los 55 años de edad, pues al parecer ninguna mujer cumplía con las expectativas de la madre. Fue con la partida de ella, de este mundo, cuando él decidió finalmente, tomar las riendas de su propia vida y buscar a alguien que quisiera compartir el resto de sus días con él y, tras una larga búsqueda, afortunadamente la encontró.

Estos casos de dependencia emocional hacia los padres, conducen a una continua y progresiva degradación de la persona, ya que los afectados, viven temiendo la falta de cariño de sus progenitores, en caso de no cumplir con sus expectativas. Y aunque la historia antes contada, tiene un final feliz, existen muchas otras que no lo tienen, ya que en la mayoría de estos casos, las personas terminan viviendo la vida que sus padres le impusieron y no la que en realidad deseaban vivir.

Para muchos expertos en el tema, esta dependencia emocional se origina desde la niñez, como consecuencia de una serie de necesidades emocionales insatisfechas. La falta de amor, de comprensión y de aprecio durante la infancia son, principalmente, las causantes de que una persona en la etapa adulta, siga buscando satisfacer esas necesidades afectivas, mediante la aprobación de los padres.

Y lo peor de todo, es que muchas veces los padres, en lugar de ayudar a que los hijos comiencen a tener una mayor independencia emocional, los siguen "chantajeando" con no estar contentos con ellos, retirarles el habla o mostrar tristeza o decepción, si no renuncian a sus intereses personales, para que gobiernen los de ellos.

Así es que, si tu crees que estás pasando por esta situación, es momento de que comiences a trabajar en tu autoestima y dejes de buscar la aprobación de tus padres, ya que cada persona está en esta vida para cumplir una misión personal, y si sigues renunciando a ser tú mismo, nunca podrás ser feliz. ¡Recuerda que la vida es un regalo y sólo tenemos una oportunidad para vivirla! Así es que tal vez es hora de que hables con tus padres y los hagas entender, que el seguir tus intereses y tus ideales, no te hace ser una mala persona, por lo que no deben condicionarte su amor, por no opinar como ellos o no hacer lo que ellos quieren que hagas. ¡Propicia el diálogo y ya verás que lo entenderán!



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