Eres una pareja engañada?????
Pues bien, aquí estamos hablando de ti; eres
la persona que ha descubierto que su pareja sostiene una relación sentimental
con otra persona; es decir, que ha vivido hasta ahora engañada y, salvo que estuvieran en un sistema relacional
abierto de “Poliamor”, de manera implícita o explícita no se supondría que
tendría que haber otra persona dentro de una relación que se presupondría sólo
de dos.
Surge entonces en tu mente la primera pregunta obligada...
¿Tengo yo la culpa?
¿Qué tengo yo de malo?
Uno tiende a pensar que si
nuestra pareja nos engaña, algo de malo hay con nosotros... que el engaño se
debe primordialmente a algo no satisfecho en el otro y muy frecuentemente se
asocia a algo que hemos hecho, o que hemos dejado de hacer, que ha “orillado” a
nuestra pareja a buscar aquello que le falta en una tercera persona. No soy suficiente.
La realidad es que, así seas la
peor pareja de la historia, la infidelidad no es una consecuencia lógica e
inevitable de una vida en pareja insatisfecha, pues siempre hay alternativas
como:
Hablar para arreglar diferencias.
Buscar ayuda profesional.
Marcharse, aún sin despedirse...
En general el que explica por qué
ha sido infiel sólo ofrece una serie de justificaciones para explicar:
Su falta de control de impulsos.
Su narcisismo.
Sus carencias emocionales y/o
sexuales.
Su inmadurez.
Problemas y limitaciones de
personalidad
Otras psicopatologías no
reconocidas.
La fidelidad es una cuestión de
valores, no de juicios o razonamientos.
Los valores no se cuestionan o se
discuten, se aplican.
Son convicciones profundas de los
seres humanos que determinan su manera de ser y orientan su conducta.
No voy a ser infiel, pase lo que
pase.
¿La culpa es saberlo y aún así
quedarse en la relación sin asumir abrirlo?
Eres cómplice de lo que permites
y pierdes el derecho a quejarte si no actúas.
Pero sabemos que hay razones para
quedarte....
Lo que te bloquea para actuar
Miedos
A que nadie te vuelva a amar
A la soledad
A no poder salir adelante
A lastimar a tus hijos
Necesidades
Económicas, afectivas, incluso
sociales...
El que ama no reduce a lo amado a
un objeto de satisfacción o seguridad, quiere estar con el otro aún sin
necesitarlo.
Creencias erróneas.
Una buena madre lo soporta todo
por sus hijos
Pregúntate la lección que les estás dando
El divorcio es malo, me van a
juzgar, en mi familia nadie se divorcia.
Todos los hombres/mujeres son
iguales, para qué me quejo...
Si le digo que ya se, seguro nos
vamos a divorciar porque la única solución posible para la infidelidad es el divorcio...
3 razones por las que pensamos que la infidelidad es incorrecta?
Porque hay un engaño implícito.
No se trata sólo de una mentira,
pues la intención es que el otro no se entere con el afán de continuar con la
acción que tratas de ocultar. Claro, se
dice que es para “no lastimar al otro”, pero si de verdad no quieres
lastimarle, no te involucrarías en algo así o mejor aún, le dirías de frente
que no puedes o no quieres continuar con su relación.
Porque se han roto promesas y acuerdos.
Vivimos en una sociedad
abiertamente monógama, en la que, si no se llegan a acuerdos claros, mutuos y
recíprocos en otro sentido, debemos presuponer que el otro espera de nosotros
fidelidad. Al aceptar estar en una
relación estamos implícitamente aceptando esto y al cometer una infidelidad
estamos abiertamente violando estos acuerdos y, por ende, faltando al respeto a
nuestra pareja formal.
Porque lastimas a tu pareja
Implícitamente he considerado que
mis necesidades e intereses están por encima del daño que puedo causar a una
pareja que no espera esto de mí y a una amante a la que finalmente ni siquiera
podré corresponder al final.
Reacciones esperadas (que en el
fondo buscan liberar el dolor)
Recuerda, tú no dejas entrar a tu
recámara a cualquiera y quien entra es alguien de total confianza... quien hoy
a traicionado tu confianza dormía en tu recámara, así que es una traición al
más alto nivel.
Enojo, tristeza, frustración,
miedo, ansiedad, angustia...
Trastornos del sueño, del
apetito, concentración... sensación de
volverte loca.
Deterioro de la autoestima,
deseos de venganza...
Pensamientos obsesivos:
Quién es la otra persona, cuándo
se veían, dónde, qué hacían, le quiere más, le gusta más, es más joven, más
bonita... incluso buscar confrontarle.
Qué no hacer
No busques demasiada información
¿Qué tanta información te será útil y para qué?
Si quieres saber algo pregúntalo
y acuerda con tu pareja que necesitas esas respuestas de manera honesta y
directa; haz una pregunta a la vez y con cada respuesta pregúntate “¿Esto me
ayudó a sentirme mejor?”.
Evita detalles morbosos o
dolorosos que no te conducen a nada.
Evita confrontar al amante
La otra persona puede mentirte,
especialmente si busca lastimarte.
¿De verdad crees que puedes
hacerle entender que hizo mal?
Si lo va a entender ya lo sabe,
si no, tú no serás quien lo haga.
No te rebajes a la venganza,
aunque demuestres tu enojo.
No comprometas tu integridad
personal actuando como tú no eres, pero hazle saber a tu pareja tu desacuerdo y
molestia con lo ocurrido.
Evita darle motivos a tu pareja a
su amante para que digan : “Ves, te dije que estaba loca”. Eso “justifica” su infidelidad.
¿De verdad quieres hacer como que
no pasó nada?
Esto es serio y sí pasó algo
grave; dejar esto al viento no es la mejor idea, los problemas requieren
soluciones y el añejamiento no es una de ellas.
No regales tu dignidad, pero no
tomes la del otro.
Suplicar a la amante que lo “deje
en paz” o a tu pareja que “por favor se quede” sólo te pondrá en una posición
de vulnerabilidad.
Para recobrarse de una
infidelidad se necesita la voluntad de los dos, no la humillación de uno y la
indulgencia de otro... y esto va en los
dos sentidos, pues a veces la parte “engañada” se siente con el derecho de
humillar al “engañador”, ya sea para perdonarle o para que viva en una deuda
eterna por su falta.
¿Qué hacer?
Esta es la parte más crítica
porque para esa no tenemos una respuesta concreta. Resulta más sencillo decir
lo que no hacer y por qué, que lo que sí, pero esto es fundamentalmente porque
lo que se debe hacer depende de lo que sea mejor para ti, tus necesidades, tus
metas, tus deseos así como tus debilidades y fortalezas.
¿Olvidar?
Resulta sumamente complicado
olvidar algo que nos ha dañado, pero lo que sí puedes hacer es ponerte a salvo
(como quiera que para tí sea eso), colocar esta experiencia en perspectiva y
enfocarte más en tí y en tu vida.
Conectarte con amigos, conocer
gente nueva, unirte a un grupo de intereses comunes, iniciar una actividad
placentera estructurada.
¿Perdonar?
Si la infidelidad por la que has
pasado es una experiencia única y de primera vez, si tu pareja ha reconocido
amplia y claramente su error sin buscar justificarse y ambos están dispuestos a
empezar el camino de la recuperación, la mejor idea es ir de la mano de un
profesional que le acompañe y oriente en este difícil proceso.
Si la infidelidad es recurrente,
si tu pareja no lo admitido abiertamente (y en su lugar te dice que estas loca
y paranoica), si ha puesto una y mil excusas de por qué ha sido infiel y si te
dice que sí regresan, pero que eso de la terapia no es para él, quizá debas
reconsiderar tomar tú un proceso terapeútico, pues frecuentemente los problemas
de infidelidad no siempre son problemas de pareja, aunque la relación sea la
más afectada.
¿Separarte o divorciarte?
Esto queda a la decisión de
ambos, pero el seguir adelante siempre debería ser una decisión de común
acuerdo. Si no es así, la mejor idea
debería ser la separación y entonces te recomiendo que la decisión la tomes
tú. Se que no quieres ser la mala del
cuento o la que cargue con el peso de la ruptura, pero si el otro no está
dispuesto, ¿de verdad quieres seguir jalando el carrito familiar tu sola con el
peso de la familia, tu pareja y sus amantes que son como rocas en tu vida?
Nadie sabe mejor que tú lo que es
mejor para ti, aunque de momento no lo tengas claro. Lo que hemos ofrecido hoy no es sino un marco
de referencia
Consideraciones finales
Si deciden que ambos quieren dar
otra oportunidad a su relación sepan que este proceso no es sencillo, es largo
e implica responsabilidad, honestidad y compromiso por parte de ambos. Si alguno no está dispuesto y quiere “salir”
de esto rápidamente lo mejor es entonces que ni siquiera busquen iniciar el
proceso de recuperación de la relación.
No es un proceso en ascenso
vertical, es más bien como un zig-zag en donde hay días o incluso semanas en
que te sientes bien y luego de pronto vuelve el enojo, la incertidumbre y el
temor... esto es normal y esperado.
El que un infiel recurrente acabe
quedándose contigo puede no ser algo bueno, sino una maldición o una pesadilla
recurrente.
Los milagros existen para las
situaciones que requieren de un milagro
Una pareja recurrentemente infiel
o una relación desgastada y deteriorada no requieren de milagros, sino de tomar
decisiones e implementar acciones útiles y necesarias, no siempre populares o
poco dolorosas.
Uno de tus peores temores está aquí hoy, frente a ti, tu decides si lo
vuelves a meter bajo tu cama o de una vez actúas y exorcizas tu corazón.
Mario Guerra.
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