Que es la dislexia
¿Qué es la dislexia?
La dislexia es un trastorno de
origen neurobiológico, que ocasiona gran parte de los fracasos escolares. Se
manifiesta en la dificultad para la lectura, escritura, problemas de
orientación espacial y temporal, en ocasiones puede afectar en el calculo y lógica
matemática y de igual forma existen niños disléxicos que presentas problemas a
nivel motriz.
La dislexia es independiente de cualquier
causa intelectual, cultural y emocional, y que por tanto se da a pesar de una
inteligencia adecuada y de una escolarización convencional.
El término dislexia se emplea
para designar un síndrome o conjunto de causas determinado, que se manifiesta
como una dificultad para la distinción y memorización de letras o grupos de
letras, falta de orden y ritmo en la colocación, mala estructuración de frases,
etc.; que se hace patente tanto en la lectura como en la escritura.
Los niños disléxicos necesitan SU
método “BRAILLE” particular para acceder al aprendizaje, ya que en las
escuelas, la mayor parte de las materias se imparten a través de las vías que
los disléxicos tienen alteradas, como la lectura y escritura, de esta forma
todos los niños con dislexia, sufren un retraso en relación con sus demás
compañeros de curso y si no existe una detección del problema, el niño sufrirá
consecuencias muy negativas que en la mayoría de ocasiones se transforman en
problemas de ansiedad, depresión, trastornos alimentarios, trastornos del
sueño, baja autoestima…
Los niños que padecen este
trastorno necesitan una manera diferente para aprender, y necesitan visualizar
las palabras para poder darles un significado.
Lectura
Confunde letras, cambia sílabas,
y sustituye unas palabras por otras. Lee sin comprender.
Al leer presenta repeticiones,
omisiones /adiciones de letras o palabras.
Al realizar actividades de
lectoescritura se queja de sentir o percibir movimientos que en realidad no
existen.
Visión
Parece que tiene problemas de
visión/audición aunque los resultados de los exámenes médicos no lo confirman.
Sorprende por su agudeza visual y
por su capacidad de observación, o por el contrario, carece de la percepción
profunda y de la visión periférica.
Escritura y ortografía
Tiene problemas en la escritura y
en el copiado: hace inversiones, omisiones, adiciones y/o sustituciones de
letras y palabras.
A menudo la escritura varía
pudiendo ser ilegible en algunos momentos.
Su ortografía es fonética e
inconstante; cometiendo a menudo errores ortográficos.
La manera de tomar el lápiz es
diferente, haciendo demasiada presión sobre el papel.
Coordinación psicomotriz
Las etapas del desarrollo como
gatear y caminar se lograron antes o más tarde de lo habitual.
A menudo presenta dificultades en
las habilidades motoras finas/gruesas (atarse los cordones, patinar, montar en
bicicleta...). Mantiene mal el equilibrio.
Dificultades de coordinación, es
tosco en los juegos de pelota, juegos en equipo... etc.
Se marea fácilmente con algunos
movimientos.
Puede ser ambidiestro y con
frecuencia confunde izquierda/derecha y arriba/abajo.
Matemáticas y comprensión del tiempo
Puede contar haciendo uso de sus
dedos u otros trucos para trabajar las matemáticas.
Se defiende con la mecánica de
las operaciones aritméticas pero no comprende los problemas.
Le cuesta manejarse con el
dinero.
Tiene dificultades para aprender
a manejar el reloj, controlar su tiempo, y entender las tareas secuenciales.
Cognición memoria y lenguaje
Para comprender usa
principalmente imágenes, iconos y sentimientos, mas que sonidos y palabras.
Tiene poco diálogo interno.
Excelente memoria a largo plazo
para experiencias, lugares y caras.
Mala memoria para lo aprendido el
día anterior, al igual que para secuencias, hechos e información que no ha
experimentado.
Tiene un oído muy fino. Escucha
cosas que a menudo a los demás pasarían desapercibidas. Se distrae fácilmente
con los sonidos.
Habla con frases entrecortadas,
dejando oraciones incompletas, no pronuncia bien palabras largas, se come
artículos y tartamudea cuando está estresado.
Salud
Muy propenso a infecciones de
oído.
Sensible a ciertas comidas,
aditivos y productos químicos.
Sueño muy profundo o bien se
despierta con mucha facilidad. Suelen continuar mojando la cama.
Personalidad
Extremadamente desordenado u
ordenado compulsivo.
Fuerte sentido de la justicia y
perfeccionista.
Emocionalmente sensible.
Tiene cambios bruscos de humor.
Mayor capacidad y sensibilidad
para percibir el entorno. Capacidad de intuición rápida.
Gran curiosidad y creatividad.
---
¿Qué es lo que origina la dislexia?
La dislexia es el efecto de
múltiples causas, que pueden agruparse entre dos polos. De una parte los
factores neurofisiológicos, por una maduración más lenta del sistema nervioso y
de otra los conflictos psíquicos, provocados por las presiones y tensiones del
ambiente en que se desenvuelve el niño.
Estos factores llevan a la
formación de grupos de problemas fundamentales, que se encuentran en la mayor
parte de los trastornos del disléxico, cuya gravedad e interdependencia es
distinta en cada individuo.
Por lo tanto, la dislexia sería
la manifestación de una serie de trastornos que en ocasiones pueden presentarse
de un modo global, aunque es más frecuente que aparezcan algunos de ellos de
forma aislada. Estos trastornos son:
1.-Mala lateralización:
La lateralidad es el proceso
mediante el cual el niño va desarrollando la preferencia o dominancia de un
lado de su cuerpo sobre el otro. Nos referimos a las manos y los pies. Si el
predominio es del lado derecho, es un sujeto diestro; si es del lado izquierdo,
se denomina zurdo; y si no se ha conseguido un dominio lateral en algunos de
los lados, se llama ambidiestro.
En general, la lateralidad no
está establecida antes de los 5 ó 6 años, aunque algunos niños ya manifiestan
un predominio lateral desde muy corta edad.
Los niños que presentan alguna
alteración en la evolución de su lateralidad, suelen llevar asociados
trastornos de organización en la visión del espacio y del lenguaje que vienen a
constituir el eje de la problemática del disléxico.
El mayor número de casos
disléxicos se da en los niños que no tienen un predominio lateral definido La
lateralidad influye en la motricidad, de tal modo que un niño con una
lateralidad mal definida suele ser torpe a la hora de realizar trabajos
manuales y sus trazos gráficos suelen ser descoordinados.
Alteraciones de la psicomotricidad:
Es muy frecuente que los niños
disléxicos, con o sin problemas de lateralidad, presenten alguna alteración en
su psicomotricidad (relación entre las funciones motoras y psicológicas). Se
trata de inmadurez psico-motriz, es decir, torpeza general de movimientos. En
el niño disléxico estas anomalías no se dan aisladas, sino que acompañan al
resto de los trastornos específicos como:
Falta de ritmo:
Que se pone de manifiesto tanto
en la realización de movimientos como en el lenguaje, con pausas mal colocadas,
que se harán patentes en la lectura y en la escritura.
Falta de equilibrio:
suelen presentar dificultades
para mantener el equilibrio estático y dinámico. Por ejemplo, les cuesta
mantenerse sobre un pie, saltar, montar en bicicleta, marchar sobre una línea,
etc.
Conocimiento deficiente del esquema corporal:
Muy unido a la determinación de la lateralidad
y a la psicomotricidad está el conocimiento del esquema corporal y sobre todo
la distinción de derecha-izquierda, referida al propio cuerpo. Así el niño
diestro (normalmente escribe, come, etc. con la mano derecha) y el zurdo
(escribe, come...con la izquierda) tienen su mano derecha e izquierda,
respectivamente, como puntos de referencia fundamentales sobre los que basar su
orientación espacial. El niño mal lateralizado, al poseer una imagen corporal
deficiente, carece de los puntos de referencia precisos para su correcta
orientación. El cuerpo sitúa al sujeto en el espacio y es a partir del cuerpo
como se establecen todos los puntos de referencia por medio de los cuales se
organiza toda actividad.
Trastornos perceptivos:
Toda la percepción espacial está
cimentada sobre la estructura fundamental del conocimiento del cuerpo. Se
sitúan los objetos teniendo en cuenta que la posición del espacio es relativa,
una calle no tiene realmente ni derecha ni izquierda, dependiendo ésta de la
posición donde esté situada la persona.
También el concepto que tenga de
arriba-abajo, delante-detrás, referido a sí mismo, lo proyectará en su
conocimiento de las relaciones espaciales en general.
Del mismo modo, en la lectura y
la escritura, el niño tiene que fundamentarse en sus coordenadas arriba-abajo,
derecha-izquierda, delante-detrás; y plasmarlas en la hoja de papel y en la
dirección y forma de cada signo representado. El niño que no distinga bien
arriba-abajo tendrá dificultades para diferenciar las letras.
Características del niño disléxico
Falta de atención. Debido al
esfuerzo intelectual que tienen que realizar para superar sus dificultades
perceptivas específicas, suelen presentar un alto grado de fatigabilidad. Por
esta causa los aprendizajes de lectura y escritura le resultan áridos, sin
interés, no encontrando en ellos ningún atractivo que reclame su atención.
Desinterés por el estudio:
La falta de atención, unida a un medio
familiar y escolar poco estimulantes, hacen que se desinteresen por las tareas
escolares. Así, su rendimiento y calificaciones escolares son bajos.
Inadaptación personal:
El niño disléxico, al no
orientarse bien en el espacio y en el tiempo, se encuentra sin puntos de
referencia o de apoyo, presentando en consecuencia inseguridad y falta de
estabilidad en sus reacciones. Como mecanismo de compensación, tiene una
excesiva confianza en sí mismo e incluso vanidad, que le lleva a defender sus
opiniones a ultranza.
Manifestaciones escolares
La dislexia se manifiesta de una
forma más concreta en el ámbito escolar, en las materias básicas de lectura y
escritura. Según la edad del niño, la dislexia presenta unas características
determinadas que se pueden agrupar en tres niveles de evolución. De modo que
aunque el niño disléxico supere las dificultades de un nivel, se encuentra con
las propias del siguiente. De esta forma, la reeducación hará que éstas aparezcan
cada vez más atenuadas o que incluso lleguen a desaparecer con la
rehabilitación. A continuación realizamos un análisis por rangos de edad.
Niños de edades comprendidas entre los 4 y los 6 años
Esta etapa coincide con la etapa
preescolar. Los niños están iniciándose en la escritura y en la lectura, pero
como no se ha producido la adquisición total de éstas, los trastornos que
presenten serán una predisposición a la dislexia y se harán patentes en el
próximo nivel o en edades más avanzadas.
Las alteraciones se manifiestan más bien en el área del lenguaje,
dentro de éstas podemos destacar:
Supresión de fonemas, por ejemplo "bazo" por
"brazo", o "e perro" por " el perrro".
Confusión de fonemas, por ejemplo "bile" por
"dile".
Pobreza de vocabulario y de expresión junto con una comprensión
verbal baja.
Inversiones, que pueden ser fonemas dentro de una sílaba, o
de sílabas dentro de una palabra. Por ejemplo: "pardo" por
"prado"y "cacheta" por "chaqueta".
Mala estructuración del conocimiento del esquema corporal.
Dificultad para distinguir colores, tamaños, formas...
Torpeza motriz con poca habilidad para los ejercicios
manuales y para realizar la escritura.
Niños de edades comprendidas entre los 6 y los 9 años
En este periodo la lectura y la
escritura ya deben estar adquiridas por el niño con un cierto dominio y
agilidad. Es en esta etapa donde el niño disléxico se encuentra con más
dificultades y pone más de manifiesto su trastorno.
Las manifestaciones más corrientes en este periodo son:
Confusiones sobre todo en aquellas letras que tienen una
similitud En su forma y en su sonido, por ejemplo : "d" por
"b"; "p" por "q"; "b" por
"g"; "u" por "n"; "g" por "p";
"d" por "p".
Dificultad para aprender palabras nuevas.
Inversiones en el cambio de orden de las letras, por ejemplo
"amam" por "mama"; "barzo" por "brazo";
"drala" por "ladra".
Omisión o supresión de letras, por ejemplo "árbo"
por "árbol".
Sustitución de una palabra por otra que empieza por la misma
sílaba o tiene sonido parecido, por ejemplo: "lagarto" por
"letardo".
Falta de ritmo en la lectura, saltos de línea o repetición
de la misma.
En la escritura sus alteraciones
principales son en letras sueltas.
En una fase más avanzada, cuando
escribe comienza a hacerlo por la derecha y termina la palabra o frase por la
izquierda, y sólo es legible si leemos la cuartilla con un espejo, con la
consiguiente alteración en la colocación de las líneas.
Mezcla de letras minúsculas y mayúsculas.
Niños mayores de 9 años
En el lenguaje tienen
dificultades para construir frases correctamente, y conjugar los tiempos de los
verbos.
La comprensión y la expresión son bajas para su capacidad
mental.
La lectura suele ser mecánica, lo que les hace tener poco
gusto por la lectura, debido al esfuerzo del niño en centrarse en descifrar
palabras, sin atender al significado de las mismas.
Presentan dificultades para manejar el diccionario.
En la escritura es frecuente el agarrotamiento y cansancio muscular.
La caligrafía es irregular y poco elaborada.
La recuperación del niño disléxico
El diagnóstico y la prevención
deben empezar lo antes posible, desde el momento en que se observen las
primeras anomalías. De este modo se evitan muchos problemas de inadaptación
escolar y personal. Aunque la intervención se haga tempranamente, no se
eliminan por completo las alteraciones, sino que en la mayoría de los casos hay
que ir saliendo al paso de las dificultades que se van presentando, por lo que
es aconsejable continuar con una tratamiento de mantenimiento.
El plan de recuperación en
edad escolar está centrado en el área del lenguaje y en la inmadurez perceptiva
y manual. Las actividades abarcan los siguientes aspectos:
*Ejercicios de
actividad mental: de atención y memoria, organizar y ordenar elementos,
observar y distinguir unos objetos de otros.
*Ejercicios perceptivos y
manuales: reconocer y agrupar objetos según el color, según el tamaño y la
forma.
*Ejercicios para la adquisición
del conocimiento de su propio cuerpo.
*Ejercicios de equilibrio
estático: mantenerse sobre un pie, mantenerse de puntillas, etc.
*Ejercicios de equilibrio
dinámico: saltar sobre dos pies, saltar con un pie, etc
*Ejercicios espaciales (abajo-arriba,
delante-detrás, etc.)
*Ejercicios de lenguaje: nombrar
y definir objetos, dibujos, contar cuentos.
*Ejercicios para conocer su
propio cuerpo: señalar partes del cuerpo, decirlas por su nombre, etc.
*Ejercicios de lectura y
preescritura, son ejercicios que ayudan a seguir el movimiento y reconocimiento
de las letras, en este nivel se ejercita el aprendizaje de las vocales,
consonantes y de los números. Para conseguirlo, además de los ejercicios de
caligrafía, se utilizan las actividades con plastilina, pintura de dedos,
recortado de figuras, picado, etc.
Todos estos ejercicios de
rehabilitación del disléxico deben aumentar su complejidad en función de la
edad cronológica del niño, y estimular y adquirir aquellos aprendizajes en
donde se haya quedado estancado.
l Psic. illian r.
No hay comentarios:
Publicar un comentario