30 de mayo de 2013

¿PORQUE ALGUIEN TE SACA DE SU VIDA?



 Alguien te saco de su vida ?????



 El exilio emocional es un proceso en el cual una persona toma la decisión de alejarse o desconectarse emocionalmente de una persona significativa, ya sea declarando o actuando dicha desconexión.
No se trata comúnmente de la terminación de una relación de pareja, que esas llevan su propio proceso e involucramiento emocional distintivo, sino de del tipo de relaciones consideradas como “inacabables”, por ejemplo un padre, un hermano, un hijo, un mentor, un mejor amigo o cualquier otro familiar con el que en algún momento se haya desarrollado una relación muy estrecha la cual hoy ha desaparecido por completo.  A veces puede en relaciones sociales o laborales como compañeros de trabajo.

 Por  Mario Guerra:

 Algunos ejemplos:

Tras años de críticas y rechazos, una mujer decide no volver a ver ni a hablar con sus parientes políticos.  Una decisión que causa problemas en su relación de pareja.
Un hombre ha rehusado hablar con su hermana por 15 años.  La razón es que, durante la enfermedad y posterior muerte de su madre, la hermana no se involucró como él esperaba en los cuidados y lo dejó sólo con todo el paquete.  Para agravar el asunto, la hermana le reprochó no haber cuidado bien a su madre.
Una pareja, al final de la década de los 50’s, visita a su hija de 33, que vive en otra ciudad, para el cumpleaños de su nieta.  Le llevan regalos y se la pasan muy bien... o al menos eso creen.  Pasadas un par de semanas, aparentemente de la nada, reciben un correo electrónico de su hija que les dice que ha estado reflexionando acerca de un comentario fuera de lugar que dijo su papá y algunas cosas que hizo su mamá durante su visita y que la llevaron a darle vueltas a muchos recuerdos de su infancia y su relación con sus padres en su adolescencia.  El caso es que el correo termina con un “no me vuelven a buscar nunca”.

Advertencia:
No deberíamos confundir el exilio emocional (una acción deliberada, evitativa y voluntaria) con la indiferencia sobre contactar a alguien, pues en este caso no hay un rechazo o evitación a hacerlo, sino una indiferencia genuina.  Sin embargo, es fácil escudarse en un “no me importa” cuando tras de él hay un “no quiero”.  Cuando algo realmente no importa, entonces ni siquiera el “no importa” es importante.



¿Cuántos tipos de exilio emocional hay?
Distancia física
La persona se va de la casa, se cambia de ciudad o deja de frecuentar a la o las personas que son parte de sus afectos y de manera voluntaria, u “obligada” por circunstancias simbólicas (no hay un impedimento objetivo), se mantiene sin establecer contacto o lo hace, a lo sumo, de manera muy esporádica sólo en fechas significativas (funerales, enfermedades, ciertas celebraciones).
Distancia emocional
La persona convive o frecuenta a sus familiares o personas de vínculo afectivo, pero no establece una relación íntima o significativa y sólo “sobrevive” el tiempo que deba permanecer ahí.

¿Por qué sucede?
Básicamente existen dos razones

La FUSION
¿Qué es?
Incapacidad para establecer distinciones y límites saludables entre sus emociones y las de los demás, perdiendo el control de sus propias reacciones y comportamiento y siendo altamente reactivo al clima emocional familiar.
Normalmente una persona puede distinguir entre sus emociones y sus pensamientos (razonamiento) sobre las de los demás, sabe que hay diferencias, que eso es normal y entonces suele comportarse más como persona que únicamente como parte del grupo familiar.
¿Qué genera?
La persona se exilia física o emocionalmente como un mecanismo de defensa para no ser lastimado, pues ha tenido experiencias de dolorosas previas
En la historia de relaciones encontramos familias problemáticas o padres emocionalmente absorbentes o demandantes.
Como no pueden establecer conductas y fijar límites que produzcan una relación sana de reconocimiento y respeto por su individualidad, optan por la evitación y desconexión de la relación.

¿Con qué tipo de relación es más común?
Comúnmente de los hijos hacia sus padres cuando hay viejas heridas del pasado y la persona siente la necesidad de separarse de la influencia parental, de no parecerse a ellos o no seguir bajo su influencia.  Como no hay un registro de cómo hacer esto sin tener que romper con la relación entonces se elige el exilio y la distancia hacia los propios padres.
Suele ocurrir alrededor de la primera mitad de los años 30’s de vida, pues es en esa etapa donde solemos mirar al pasado con otra perspectiva, buscamos dar sentido a los giros de nuestra vida y pensamos en lo que podría haber sido nuestra vida si muchas cosas hubiesen sido distintas, reabriendo con esto heridas del pasado o confrontando nuestra propia paternidad con nuestra crianza, criticandola y sintiéndonos enojados, pues ahora somas ya más fuertes para confrontar esa realidad.
De los padres hacia sus hijos cuando estos no cumplen con sus expectativas (no se dejan fusionar), cuando no siguen sus consejos, no estudian la carrera que quieren o simplemente empiezan a separarse de su manera de pensar, haciendo a sentir a los padres traicionados o no apreciados.  También se da entre mentor y alumno cuando este último crea sus propias teorías separadas de las del maestro.
También entre parejas con un alejamiento entre más cercanía emocional hay (temor a la fusión con el otro y perder la individualidad).

Aprendizajes familiares
Es un patrón transgeneracional que se replica dentro de una familia y se utiliza como una forma de lidiar y “resolver” conflictos.
Así como en ciertas familias hay patrones de alcoholismo o divorcios, en este caso encontramos historiales familiares de rupturas y exilios en las relaciones.
Tíos, abuelos e incluso bisabuelos que pudieron dejarse de hablar con familiares por muchos años o por el resto de su vida.
En este caso las personas exiliadas pueden encontrarse en una reunión familiar, celebración o funeral; tal vez se saluden, incluso conversen, pero de pronto alguien dirá o hará algo que hará pensar al otro que está habiendo una intención de deliberada afectación y entonces nuevamente se dejarán de hablar.

¿Qué riesgos hay si suelo sacar a las personas de mi vida?
Es una solución de corto plazo que crea problemas de largo plazo
Si lo hacemos por temor a la fusión
Perderemos quizá de por vida, o por muchos años, la oportunidad de relacionarnos con un ser muy querido y significativo (si no lo fuera no habría tanta renuencia al encuentro).

Arrepentimiento, remordimientos o resentimientos sin resolver
Buscamos familias sustitutas en la familia política o amigos, pues la necesidad de contacto emocional significativo prevalece.
Se priva a los hijos del contacto con sus abuelos u otros familiares significativos.
Si lo hacemos por aprendizaje familiar
Si no reconocemos esto como un problema, y continuamos retirándonos de las relaciones, repetiremos este mismo patrón en nuevas relaciones que formemos, particularmente cuando se vuelven cercanas y significativas.

¿Si yo he decidido sacar a alguien de mi vida, qué hacer?

Se entiende que tengas gran dolor, miedo o resentimiento. 
Mantén estos sentimientos para ti y evita contagiar a otros sólo por sentirte justificado o validado en tus emociones.  Con qué tu lo sientas es suficiente razón, no hay por que arrastrar a otros a conflictos que no les pertenecen.

¿Sabe el otro las razones por las que lo has exiliado de tu vida?
Tal vez pienses que es obvio o que debería ya saberlo, pero no siempre es así.
Puedes considerar hablarlo o hacerle saber el motivo de tu distanciamiento.

¿Si ya has intentado hablarlo, hay algo que la persona podría hacer para reparar el daño que sientes que te ha causado?
Si la respuesta es no, entonces estás cerrando toda posibilidad de reconciliación.
Si lo hay, ¿crees que lo sabe?  ¿Cómo va a intentarlo si no tienen contacto?
No te pongas en riesgo de ser lastimado, pero quizá debas revisar nuevamente los hechos y considerar la comprensión o el perdón como una probable opción.
Tal vez escribir una carta de reclamo para esa persona que sientes que te ha lastimado sea un primer paso para arrojar luz sobre la oscuridad.
Si tienes un gran rechazo a ver a esa persona quizá debas valorar que puedes tener un problema con el tema de la Fusión o quizá sea producto de aprendizajes generacionales familiares.  Sería importante en este caso buscar ayuda profesional.

¿Si alguien me ha sacado de su vida, qué hacer?

Muy probablemente el problema no eres tu
Aunque el otro piense que tú eres el problema.
Se trata que el otro no ha sido capaz de separar la razón de la emoción o porque cree genuinamente que no hay otra forma de lidiar con el problema.
A veces el otro es tan hermético que nunca acabas por enterarte de la razón por la cual se ha alejado.
Aún así la razón es perfectamente válida para aquel que te ha sacado de su vida, pues recuerda que ha sido un problema de manejo emocional, defensividad y no de abandono razonado o premeditado.
Si reconoces que algo que hiciste pudo haber ocasionado la distancia del otro, eso no justifica su reacción inmadura, pero tal vez quieras ofrecer o pedir una disculpa#
Eso no significa humillarte sino reconocer que no tenías la intención de lastimar.
“Lamento mucho que te sientas así, me entristece saber que esa ha sido la causa de tu distanciamiento y te pido una disculpa por_____________, no fue mi intención causar esto”
No se trata de ofrecer evidencias en 20 páginas de que el otro está equivocado, pues como cree en sus razones, someter el asunto a “juicio” no ayudará mucho.
Escribe una carta
No mensaje de texto o mail, de preferencia utiliza una carta enviada por correo postal, de preferencia de tu puño y letra de ser posible.
Esto te permite pensar y revisar cuidadosamente tus palabras así como al otro repasarlas en caso de un mal entendido.
Habla acerca de ti, de cómo te sientes y sobre todo de tus intenciones si hubo algún acto que ocasionó el exilio.  Termina con una disculpa (si es el caso) y tu deseo que esta carta ayude a retomar la relación.
Evita hacer reclamos, reproches, defensas o acusaciones
En todo caso es mejor primer establecer contacto, abrir la comunicación y luego ver la posibilidad de tocar temas sensibles.
Una llamada telefónica o videoconferencia no es la mejor idea porque no conocemos los distractores del entorno o si es un mal momento para hablar, más allá de las dificultades técnicas que podrían cortar la conversación y dar lugar a nuevas malinterpretaciones.   También podemos caer en algún estado emocional poco favorable durante la conversación y decir algo impulsivo.
Espera algunas semanas para ver si hay respuesta, si no, envía un e-mail o quizá un mensaje de voz diciendo a la persona que esperas que haya recibido la carta que le enviaste y que te encantaría saber si hay alguna pregunta o si existe la disposición de hablar del asunto.

Mantén la comunicación abierta
Muchas veces hay una ambivalencia en el exilio emocional.
Por un lado la persona se ha ausentado, te ha dejado de hablar o incluso te ha pedido directamente que no le busques.
Por otro lado, si haces eso y no buscas el contacto entonces le confirmará al otro que la relación nunca te importó y que muy fácilmente aceptaste su petición de no buscarle.
Los silencios infinitos suelen empeorar con el tiempo y cada vez se hace más complicado re iniciar el contacto sin sentir que se está cediendo demasiado o sentirse torpe o temeroso por la respuesta del otro.
Envía mails, tarjetas de navidad o cumpleaños para hacerte presente sin esperar una respuesta inmediata.
Esto dejará saber al otro que estás ahí para cuando aprenda a manejar sus emociones y decida recontactar
.
Controla lo controlable
No puedes controlar la reacción o respuesta de la otra persona si decides hacer lo que he mencionado en los puntos anteriores, pero al hacerlos sabrás entonces que hiciste el inento y que no ha quedado en ti.
Recuerda que la ausencia de respuesta es más debida a una incompetencia emocional que a un desprecio real o directo.
Tú puedes decidir si te disculpas o das alguna explicación, pero no puedes hacer que el otro entienda, perdone, reconozca o incluso remover su resentimiento.
Un exilio emocional como este es muy doloroso porque de muchas maneras tiene las sensaciones y connotación de una pérdida por muerte, pero con el agravante ambiguo de que el otro no ha muerto, sino que ha sido su voluntad alejarse.


Haz lo que puedas, abandona la mentalidad de blanco/negro, de ganar/perder, resiste la tentación de vivir en un eterno lamer de tus heridas, sé el adulto que eres, elige ser feliz a tener la razón y busca la ayuda necesaria para tratar esas viejas heridas y pérdidas de la infancia.


3 comentarios: